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Sin título (Suerte para todos)

2011 - 2012

 

 

Video (35’), impresos, stand, voluntarios

Dimensiones variables

 

 

Suerte para todos es un proyecto que funciona como programa público de asistencia social, en el que se convoca a la comunidad a participar en una iniciativa que intenta constituir un vehículo receptor y distribuidor de amuletos donados por el público para ser entregados a quienes los solicitan tras comprobar que pasan por una mala racha.

 

El programa imita estéticamente y en funcionamiento a cualquier programa público gubernamental y para él se crea una imagen institucional y un proceso de papeleo para donar y solicitar los amuletos, describiendo el infortunio personal. El programa se promueve mediante un spot de televisión de 30 segundos que describe las bondades del programa y brinda algunos testimonios de beneficiarios.

 

Su exhibición incluye formatos de solicitudes, fotografías documentales del programa en la vía pública, ejemplos de amuletos y el spot promocional “Suerte para todos”. 

Suerte para todos

Carmen Cabreros Urzaiz

 

 

 

 

Las transacciones, esos “misteriosos procesos mediante los cuales cosas patentemente disímiles son forzadas a parecerse en relación con su valor”,1 procesos en los que la homologación es sinónimo de hacer comunicable, son ingrediente clave en la obra de Fritzia Irizar. Convertir valores en precio suele ser el recurso más eficiente. El antropólogo Nicholas Thomas afirma que “en la sociedad capitalista, cosas como las relaciones interpersonales, la reputación o ciertas partes del cuerpo, que usualmente no se piensan en términos monetarios, en determinadas ocasiones terminan adquiriendo un precio para fines de aseguranza, litigio o coacción”.2

 

Una variante de este aspecto es también constante y sirve de contrapunto para la artista: la asignación y el crecimiento arbitrarios del valor como efectos de la fe, la superstición, el azar o la especulación. Enmarcada así, la obra de Irizar consiste en generar dispositivos, es decir, condiciones para desencadenar modos específicos de relación entre sujetos.

 

Sin título (Suerte para todos) no es la excepción, aunque parte de una premisa errada o, mejor dicho, una paradoja: poder generar un sistema de adquisición y distribución de amuletos en uso vigente. El problema aquí radica, primero, en que el propietario reconozca y enuncie las propiedades y efectos de su talismán su función, y luego que las traduzca en un costo específico y “justo”, haciendo caso omiso de la transgresión (a la mística del objeto y su singularidad) que esto supone. Y aquí surgen dos problemas más: si el usuario del amuleto realmente cree en su potencia, ¿accederá a desprenderse de él, asumiendo que los beneficios que éste provee pueden sustituirse por un poder adquisitivo, cuantificable y temporal? ¿O desprenderse del amuleto significa también exterminar su agencia?

 

Irizar experimenta, entonces, desplazando la estructura simbólica del intercambio hacia la donación, mediado o administrado por una ambigua instancia: Suerte para todos, que es simultáneamente una campaña publicitaria, un módulo ambulante de información, un equipo de voluntarios, y una organización civil y filantrópica. De manera residual, aunque aquí radica su interés y potencial artístico, Suerte para todos es un dispositivo de intervención en el espacio público, que indaga en los recuerdos, temores y deseos de sus ocupantes, y en sus rituales personales.

 

Esta artista suscita desestabilidades más que certezas y busca ambigüedades más que declaraciones finales. Por ello elige los amuletos, pues niegan sin que éste sea su propósito explícito la ostentación, circulación y acumulación, a diferencia de las mercancías comunes. Asimismo, Suerte para todos resiste ser plenamente identificada como una parodia de iniciativas sobre el bienestar, la filial caritativa de una corporación, un culto de provocación del optimismo, o un auténtico llamado a las solidaridades civiles en un estado precario en derechos y justicia.

 

Ese pantano de fuerzas donde la disciplina moral, la ambición, los mitos y el desasosiego, pero también la persistencia, la fe, el humor y la empatía nos mueven a tomar decisiones, es el que Fritzia Irizar persigue hacer aún más denso mediante su obra. 

 

___

 

1 Igor Kopytoff, “The Cultural Biography of Things: Commoditization as Process”, en Arjun Appadurai, The Social Life of Things: Commodities in Cultural Perspective, Cambridge (ru): Cambridge University Press, 1988 (Cambridge Studies in Social and Cultural Anthropology), p. 71 (la traducción es mía).

 

2 Nicholas Thomas, Entangled Objects: Exchange, Material Culture, and Colonialism in the Pacific, Cambridge (Mass.): Harvard University Press, 1991, p. 17 (la traducción es mía). 

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